“Eliminar la tuberculosis es una idea muy optimista”

 “Eliminar la tuberculosis es una idea muy optimista”

El especialista analiza las causas por las cuales la enfermedad continúa creciendo a pesar de las nuevas alternativas de diagnóstico y tratamiento. En nuestro país en 2021 los casos aumentaron un 14% y las defunciones 11%

En la Argentina tenemos nuevas perspectivas de tratamiento y los métodos diagnósticos han evolucionado notablemente”

Dr. Domingo Palmero

Cada 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis con datos preocupantes: cada día cerca de 4400 personas mueren por su causa en el mundo y cerca de 30.000 adquieren esta patología prevenible y curable. El Dr. Domingo Palmero, jefe de División Neumotisiología del Hospital Muñiz y director del Instituto Vaccarezza de la UBA, es una palabra autorizada sobre el tema y para iniciar la charla con Mundo Hospitalario brinda una aproximación histórica a esta enfermedad: “El bacilo tuberculoso se estima que tiene una existencia en el planeta de entre dos y tres millones de años, es decir, ya existía muchísimo antes que nosotros y producía tuberculosis en animales. Luego pasó al hombre”.

Los organismos internacionales plantean la eliminación de la tuberculosis para 2030, sin embargo para el Dr. Palmero es un objetivo difícil de alcanzar: “El bacilo está muy adaptado a la especie humana y a cualquier animal de sangre caliente. Tiene mecanismos de resistencia enormes a las defensas naturales del organismo que le permiten permanecer indefinidamente dentro de nosotros en general sin causar enfermedad. De cada cien personas que se infectan, diez enferman, y el resto tendrá lo que se llama infección latente. Eso no puede no progresar, lo que le garantiza perpetuidad al bacilo sin eliminar la especie. O sea que ponerle fin es un tanto complejo. Terminar con la tuberculosis, personalmente creo es un objetivo político de salud mundial y para el 2030 falta muy poco”, detalla el Dr. Palmero.

Tuberculosis y pandemia

En el Informe de la Organización Mundial de la Salud 2022 cayó el registro de casos de tuberculosis, sin embargo no implicó una mejora: “Parecería que fue un progreso pero no fue así, estamos matando al mensajero. Los números se están recuperando paulatinamente y se espera que cuando volvamos a los niveles de notificaciones de 2019, la tuberculosis continuará subiendo. Para marzo de 2021 en plena pandemia, Stop TB (Alto a la tuberculosis), que es una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicó una consigna que marca la gravedad: dos años de pandemia provocaron un atraso de doce años en el control de la tuberculosis. Entonces pensar en poner fin a la enfermedad es una idea peregrina, muy optimista, pero muy difícil. En nuestro país, viene aumentando desde 2012”, aporta Palmero.

Abordaje de la tuberculosis

En la Argentina, la mortalidad descendió gracias a la accesibilidad y gratuidad del tratamiento en el sector público. “Por otra parte, es importante resaltar que hace años que no tenemos brechas en el suministro de fármacos. Si el enfermo aunque esté muy enfermo toma la medicación tiene altas posibilidades de curarse”, suma el especialista.

En el 2022, la OMS recomendó tratamientos cortos para las formas multirresistentes que en nuestro país se van a implementar a fines de este año. “De manera que en la Argentina tenemos nuevas perspectivas de tratamiento y los métodos diagnósticos han evolucionado notablemente. A fines de 2010, salieron de la experimentación y ya se aplicaron en el terreno los métodos moleculares. En nuestro país con ciertas demoras han llegado y los tenemos disponibles. Eso permite en solo dos horas tener el diagnóstico de una persona con síntomas o sospecha de tuberculosis y además conocer si es sensible o resistente al principal fármaco”, suma Palmero. En el mundo, los casos de tuberculosis disminuyen muy lentamente. En nuestro país descendieron pausadamente hasta 2012. Luego, comenzaron a crecer de forma sostenible. “Por un lado, están las circunstancias de vulnerabilidad y las socioeconómicas, no únicamente en Argentina sino en el 95% de los países que son subdesarrollados. Para una familia que está en una situación de debilidad económica, de emergencia habitacional, de violencia, de criminalidad, de abuso de drogas, toser y escupir un poco de sangre de vez en cuando no es un gran problema cuando se tienen tantos problemas importantes. Y eso lleva a no consultar. Ese es uno de los graves inconvenientes: las poblaciones vulnerables en nuestro país han ido aumentando con los años y las sucesivas crisis económicas. Todas esas condiciones favorecen la transmisión de la enfermedad, además del diagnóstico tardío y la falta de adherencia al tratamiento, que se vuelve compleja porque son seis meses como mínimo; eso hace que la gente lo abandone. Una gran causa de abandono es la sensación de mejoría”, aporta Palmero.

Para la detección se debe hacer lo que se denomina en vigilancia epidemiológica control de foco: cuando surge un caso de tuberculosis en un grupo familiar o laboral (caso índice), se debe citar a todos los contactos estrechos y monitorear los: “El control de la enfermedad es uno de los puntos esenciales. ¿Y dónde está el problema? En que los pacientes no continúan con el tratamiento y no todos los sistemas de salud tienen aceitado el mecanismo para hacer un buen control de foco o el seguimiento de los pacientes bajo tratamiento. Es decir, citar las suficientes personas como para detectar. Todo eso atenta contra la eliminación de la enfermedad”, concluye el Dr. Palmero.

“Las condiciones de pobreza favorecen la transmisión de la tuberculosis, además del diagnóstico tardío y la falta de adherencia al tratamiento”

INSTITUTO VACAREZZA

En el Hospital Muñiz funciona el Instituto Vacarezza, que depende de la Universidad de Buenos Aires. “Trabajamos en forma mancomunada. También funciona una cátedra de Infecciosas: Neumología y Tisioneumonología. Además, una parte importante de las tuberculosis se trata en los consultorios externos del Vacarezza donde tenemos un área especializada en enfermedades respiratorias. Asimismo, contamos con el Pabellón Koch, que trabaja en conjunto con el Gobierno de la Ciudad. Los servicios se dividen en tuberculosis para varones, mujeres, resistente y salas de neumonología y enfermedades respiratorias distintas de la tuberculosis”, explica el Dr. Palmero, quien es profesor titular de Neumonología y asesor de la Organización Panamericana de la Salud.

DATOS SOBRE LA TUBERCULOSIS 2021

  • La notificación aumentó un 15,3% en tasas y un 14,2% en casos en comparación con 2020.
  • 734 defunciones por tuberculosis (11% más que en 2020): 65% eran varones
  • 11% de las muertes estuvieron asociadas con VIH.

Fuente: Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS). Ministerio de Salud de la Nación.