Estimular la lactancia materna, una cuestión de salud pública

 Estimular la lactancia materna, una cuestión de salud pública

Desde 2016, la Maternidad del Hospital Penna es Amiga de la Madre y el Niño, designación otorgada por UNICEF. El Dr. Claudio Odorico, jefe de División de Tocoginecología, describe la labor que realizan desde el equipo multidisciplinario de lactancia, el lactario y la Residencia para Madres. Además, destaca el respeto por las diferentes modalidades de parir

¿Cómo trabajan desde el hospital en lactancia materna?

Contamos con un equipo de lactancia y una comisión de lactancia interdisciplinaria formada por médicas neonatólogas, enfermeras, obstétricas, médicos obstetras y residentes en formación. Como parte del trabajo para el estímulo de la lactancia materna que hacemos todos los días, realizamos un recorrido por el hospital y llevamos adelante de forma regular durante cinco semanas, a cargo de las obstétricas, un ciclo de charlas para las futuras madres antes del alta. El mes pasado incorporamos, lo que para nosotros es un gran orgullo, traductoras para sordos al grupo de preparación para el parto de los días lunes, y así pudimos ampliarlo para no oyentes. Por otra parte, desde el consultorio de lactancia -también a cargo de obstetras- nos ocupamos de las madres que tienen más dificultades con el vínculo y la relación entre el bebé y su teta; en general, son cuestiones de puericultura e higiene alimentaria en el recién nacido.

¿Qué actividades llevaron adelante durante la Semana Mundial de la Lactancia Materna que se desarrolló del 1 al 7 de agosto?

Siempre realizamos algún tipo de actividad especial, tanto conferencias de formación para los profesionales como charlas abiertas a la comunidad. Reforzamos las actividades diarias de estímulo de la lactancia y renovamos la folletería y difusión en nuestro servicio. Por ejemplo, contamos con un lactario que cumple dos roles: por un lado, que aquellas madres que tienen a los chicos internados en neonatología puedan hacer extracción de leche para que sean alimentados con leche homóloga de su mamá; por otro, que las madres que tienen mucha producción, o riesgo de mastitis, puedan hacer drenajes mamarios preventivos. Tenemos un convenio con la Maternidad Sardá por el cual cuando hay sobrante de leche, y la madre lo autoriza, se le hacen unas pruebas serológicas y se envía al banco de leche de ese hospital para ser utilizado en otros neonatos.

¿Qué significa ser una Maternidad Amiga de la Madre y el Niño?

Esta es una designación no solamente testimonial, sino que tuvimos que pasar una serie de pruebas. Fuimos evaluados por el Ministerio de Salud y por UNICEF. Reunimos los requisitos, como estar presentes en todo el proceso de gestación de la madre con asesoramiento en consultorio. Además, brindarle un curso de preparación para la maternidad que incluye la lactancia. Después, hay requerimientos que pudimos cumplir a partir de un importante cambio edilicio. En el centro obstétrico contamos con salas de trabajo de parto y de parto y recuperación, es decir, que la madre que se interna para parir tiene una habitación donde puede estar acompañada con quien ella decida. Puede elegir la forma en que quiere parir, no tiene que quedarse en una cama, se puede levantar, caminar, tiene su baño privado. Asimismo, ponemos a disposición diferentes elementos para garantizar distintas modalidades de atención como el parto en cuclillas, en silla. Tenemos la posibilidad de hacer esferoterapia durante el trabajo de parto. Contamos con lianas en la sala para que las pacientes que quieran puedan utilizar la soga como medio de sostén durante las contracciones. Como equipo interdisciplinario, tenemos ateneos todas las semanas. Hoy en día, estamos trabajando en como incluir las nuevas metodologías de parto en movimiento.

¿Y qué rol ocupa la lactancia en esta designación de la UNICEF?

Mucha de nuestra tarea habitual ya descripta aplica, pero estamos empezando a trabajar en lo que se llama Copap, contacto piel a piel. Lo que se conoce como la hora de oro, que es el contacto inmediato del recién nacido con su madre para estimular en sala de partos el proceso de lactancia. A partir de ahí, mejoran todas las condiciones de amamantamiento. Y algo muy importante, contamos con una Residencia de Madres en la cual aquellas mamás que tienen bebés internados en neonatología y por cuestiones de distancia tienen dificultades para acceder al hospital, pueden quedarse a dormir y les brindamos alimentos durante su estadía hasta que el recién nacido pueda estar en condiciones de alta.

¿Cómo llegó el hospital a ser considerado de esta forma?

En nuestra zona de influencia, se registra estimo el 40% de los nacimientos del sistema público, entre las maternidades de la Sardá y la del Penna. Estamos siempre entre la segunda y tercera maternidad en número de partos. Nuestra estructura anterior era muy deficiente, eso nos impedía avanzar en mejorar la calidad de la atención del trabajo de parto. Pero en 2013, tuvimos la suerte de que se construyera una planta obstétrica nueva, parte de una donación privada. Toda la infraestructura de instrumental y la aparatología fue otorgada por la ciudad de Buenos Aires. Sin esos cambios hubiera sido imposible disponer de las condiciones necesarias. En 2016, UNICEF y el Ministerio de Salud evaluaron nuestro servicio y nos otorgaron este título que fue un cambio muy importante para el hospital.

¿Qué necesidades enfrenta actualmente el equipo de trabajo?

Cuando se amplió la estructura edilicia, no se amplió el equipo de trabajo. Esta deficiencia se ve sobre todo en neonatología en donde tenemos necesidad de nuevos médicos. También, hay una gran ausencia de anestesistas. Después hay muchos cargos y nombramientos pendientes de concursos, al igual que en todo el sistema público de salud porteño.

La hora de oro es el contacto inmediato del recién nacido con su madre para estimular en sala de partos el proceso de lactancia


Obstáculos para la lactancia materna

“El factor que más complica la lactancia materna son las patologías relacionadas con prematurez, porque al desvincularse al recién nacido de la madre por una internación neonatal se complica luego el traspaso a una lactancia natural y al contacto piel a piel. Si bien priorizamos que ese recién nacido se alimente con leche de su madre, se acostumbra a usar biberón. En mi experiencia personal, hay una gran influencia del entorno familiar sobre todo en las madres primerizas, que son a quienes hay que dar más apoyo. Se trata de una situación nueva para la puérpera, que se ve a veces bastante invadida acerca de las formas, el cómo, el cuándo. La lactancia necesita una relación y un contacto que solamente logran la madre con su hijo; esos tiempos y espacios a veces son difíciles de respetar, pero deben ser a demanda del bebé. Por supuesto, hay muchas cuestiones culturales que son difíciles de modificar para la paciente, su familia y todo su entorno”, expresa el Dr. Claudio Odorico.