Trabajo conjunto de formación en emergencia, un círculo virtuoso

 Trabajo conjunto de formación en emergencia, un círculo virtuoso

La unión de la AMM y la Facultad de Medicina (UBA) en 2024 logró poner en marcha el IAR en el SAME, que articuló la capacitación. Estas instituciones, comprometidas con la salud y la educación públicas, concretaron un proyecto que ya sumó ciento sesenta estudiantes. Por otra parte, el médico que ingresa al sistema de emergencia debe realizar una capacitación obligatoria en el IDHS

Gracias al trabajo conjunto de la Asociación de Médicos Municipales, el SAME y la Facultad de Medicina (UBA), se puso en marcha el Internado Anual Rotatorio (IAR) en el sistema de emergencia de la ciudad de Buenos Aires en 2024. El Dr. Edgardo Knopoff, secretario de Prensa de la AMM, explica cómo se enlaza la tarea: “La sinergia entre un gremio muy activo, que cuida a sus profesionales y sus condiciones laborales, y para esto trabaja en la formación de los futuros colegas, y la Facultad de Medicina en articulación con el SAME, posibilitó que este proyecto se haya concretado”. “Es un círculo virtuoso en el que la buena relación entre instituciones redunda en profesionales capacitados; esto impacta en una mejor y más accesible atención médica para la comunidad. Así logramos cada vez resultados más óptimos. Es una estrategia que suma en todos los sentidos: para las entidades, los pacientes, los médicos y médicas. Es para celebrarlo”, agrega Knopoff.

La iniciativa surgió a partir de las necesidades de que los médicos en la etapa final de su formación contaran con conocimientos en emergencia prehospitalaria. El Dr. Diego Slipak, presidente de la filial Área Técnica AMM y coordinador del Programa de Docencia e Instrucción Permanente del SAME, lo detalla: “De manera conjunta pensamos en una capacitación inicial no solo para la atención en la ambulancia, sino para la formación en general. Notamos algunas falencias en RCP o manejo de paciente estricado, así como en aspectos legales de la medicina de urgencias, medicina prehospitalaria en urgencias toxicológicas, pediátricas y partos”.

La Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires forma cerca del 82% de los profesionales que trabajan en el sistema de salud de la ciudad de Buenos Aires. El IAR es una práctica final obligatoria, cuyo objetivo es complementar la currícula y fundamentalmente poner en contacto al alumno con los problemas reales que se presentan en los servicios. En este sentido, el Dr. Matías Rojo, secretario de Educación Médica de la Facultad de Medicina, destaca: “El trabajo conjunto es la clave. Muchos de nuestros estudiantes ejercerán la profesión en los hospitales públicos de la ciudad, entonces, coordinar la tarea con la Asociación de Médicos Municipales y el SAME es muy importante, no solo para los estudiantes, sino también para los pacientes porque esta tarea mancomunada permite que los jóvenes se formen mejor. En este caso, en emergentología. Además, pueden hacer la carrera de especialista en el SAME, y concursar sus cargos con el asesoramiento y acompañamiento de la AMM. Por eso resalto el concepto de trabajo conjunto. Los beneficios son para todos: futuros médicos, sistema de salud, pacientes e instituciones que interactuamos”.

El Dr. Alberto Crescenti, director General del SAME, subraya la relevancia de esta iniciativa: “Para nosotros es una enorme responsabilidad, pero también, una gran satisfacción poder trasmitir a los jóvenes la impronta de cómo se maneja la emergencia, de qué implica subirse a una ambulancia. Esta capacitación y entrenamiento se hace de forma integral, abarcamos desde la práctica médica, los conceptos, hasta los aspectos legales”.

En 2025, se pondrá en marcha la residencia en Emergentología, durará dos años y se realizará en alianza entre el SAME, el Hospital Pirovano como asociado y la Facultad de Medicina: “Para nosotros es un sueño cumplido. Poder aportar a la Facultad de Medicina y devolverle todo lo que nos dio”, suma Crescenti.

En la ciudad de Buenos Aires, cerca de cinco mil colegas se desempeñan en ambulancias tanto públicas como privadas, en este marco, el SAME cuenta con cuatrocientos cargos médicos. “Este tipo de trabajo es una de las primeras salidas laborales. Por eso es clave brindar capacitación y una bolsa de trabajo. La posibilidad de integrar el SAME mientras se forman aún en otra especialidad, es una excelente oportunidad”, agrega Slipak.

El médico que ingresa al SAME debe realizar una capacitación en el Instituto para el Desarrollo Humano y la Salud de nuestra asociación con prácticas en su Centro de Simulación. En 2024, cerca de ciento cuarenta y cinco médicos pasaron por sus aulas, a lo que se suman los ciento sesenta que cursaron el IAR. “También, formamos a ciento veinticinco estudiantes de Medicina Familiar del GCBA, con lo cual podemos decir con orgullo que fue un total de cuatrocientos treinta profesionales. Un orgullo compartido entre la AMM, la UBA y el SAME”, concluye el Dr. Diego Slipak.