Atención de calidad frente a los desafíos de la emergencia

Con una altísima demanda, la Guardia del Hospital Santojanni responde con eficiencia para dar solución a una demanda creciente. Los profesionales destacan el trabajo interdisciplinario y la respuesta inmediata. Además, resaltan que cada día implica un nuevo desafío
“ Cada día la guardia es un desafío; no es un trabajo común, siempre pasa algo distinto y no sabes con qué te vas a encontrar ni cómo lo vas a resolver”, coinciden los médicos responsables de conducir el Departamento de Urgencias del Hospital Santojanni. En mayo se atendieron nueve mil setecientas consultas, lo que da un promedio de cerca de ciento veinte mil al año. Asimismo, solo en la guardia general se registran aproximadamente doscientas internaciones mensuales, que se elevan a cuatrocientas si se contabilizan pediatría, ginecología, obstetricia y las áreas de shock room. Las estadías de los pacientes, en algunos casos, alcanzan a más de veinte días. El equipo incluye cerca de cuatrocientos cincuenta médicos titulares, que sumados a los de planta, jefes y residentes, conforman un plantel de quinientos profesionales.









Siempre preparados
El Dr. Guillermo Keller, jefe del Departamento de Urgencias, remarca: “Al ser un hospital de agudos, el ritmo de trabajo es muy alto. La realidad es que es un servicio quetiene que estar siempre preparado y alerta. Debemos responder a posibles disturbios en la ciudad y al aumento episódico por epidemias, como sucedió con la pandemia de COVID-19. En este momento, con la bronquitis en los niños y los catarros estacionales, también crece la demanda. Al mismo tiempo, atendemos todas las patologías que cambian día a día como, por ejemplo, en el campo de la salud mental”. En ese sentido, el Dr. Ernesto Faraoni, jefe de Unidad de Guardia, detalla: “Registramos un aumento progresivo de consultas en psiquiatría, acompañado de una exigencia que va en crecimiento por cuestiones epidemiológicas, sociales y económicas de la población, que hace que la guardia tenga que estar continuamente adaptándose. Lamentablemente, el recurso físico y el espacio hospitalario no se actualizan de la misma manera. Entonces, somos los médicos los que ponemos el cuerpo; nos adecuamos a las diferentes situaciones e intentamos mejorar la atención para satisfacer las necesidades de los pacientes y resolver los problemas”.
Por su parte, el Dr. Pablo Manjarin, responsable de la Unidad de Emergencias, destaca: “Todas las derivaciones de politraumatismos y las emergencias del SAME de mayor complejidad se trasladan directamente al shock room, con un ritmo muy elevado de trabajo. En el último mes, tuvimos doscientos cincuenta ingresos con un tiempo promedio de permanencia de cinco a siete días, pero también tuvimos pacientes que estuvieron entre veinticinco y treinta y cuatro días. Además, debemos tener en cuenta que nuestra Área Programática es muy grande: abarca Liniers, Villa Luro, Mataderos, el sector de Ciudad Oculta y, por supuesto, viene gente de La Matanza, Tres de Febrero y de zona sur inclusive. Somos un centro de derivación y referencia”.
Adaptarse y dar respuesta
El Dr. Federico Lavanca, cirujano de guardia, pone énfasis en el desafío de afrontar la emergencia: “Hay que estar siempre preparado, dispuesto y adecuarse a escenarios que cambian día a día. No sabés lo que va a venir. Y nuestro plantel está perfectamente entrenado: responde y obtiene excelentes resultados”. Sobre el enorme trabajo que se desarrolla frente a las urgencias, el Dr. Manjarin remarca: “Las guardias terminan cubriendo, en cierta forma, la dificultad de respuesta del sistema en otros servicios, como en Consultorios Externos, en atención ambulatoria o en los centros de salud que hacen todo lo que está a su alcance, inmersos en el desborde, pero que tienen un límite operativo. La guardia nunca puede decir basta. La demanda es elástica y la capacidad de respuesta es rígida, porque no es posible poner a doscientos profesionales a trabajar en un espacio acotado; no podrían dar respuesta”.
DOCENCIA MÉDICA EN EMERGENCIA
La docencia es otra de las aristas que conforman la guardia. “Brindamos el Curso Superior de Emergentología de la UBA, el Curso Superior de Terapia, también práctica docente, y el internado rotatorio anual de la Facultad de Medicina, entre otras actividades educativas. Eso nos obliga a actualizarnos continuamente para poder enseñar y aprender al mismo tiempo. Es un desarrollo que enriquece mucho a nuestro departamento”, cuenta el Dr. Guillermo Keller.
Nuevos desafíos
“El paciente que llega, en numerosos casos, no debería atenderse en la guardia; eso genera el problema de que se termina conteniendo la demanda y no resolviendo la emergencia, con lo cual la guardia se desperfila, y el personal pierde entrenamiento en manejo de la emergencia”,
agrega Manjarin. Por su parte, el Dr. Keller añade: “Al mismo tiempo, existe una epidemia que se manifiesta en forma silenciosa -o no tanto-, que es el problema de salud mental. El proyecto positivo de desmanicomialización, de atención ambulatoria y de dispositivos de contención en los hospitales generales no ha ido acompañado de un cambio de estructura. Existe la idea de que se resuelve con uno o dos psiquiatras de urgencia, cuando el paciente de salud mental es mucho más complejo y requiere una asistencia mucho más allá de la que puede ofrecer la guardia”.
El problema de la violencia
En las guardias de los hospitales de la ciudad, la violencia contra médicos y médicas es especialmente grave. La deserción de profesionales de los sectores de urgencias se vincula a esta realidad de agresiones y sobrecarga de trabajo. El secretario Gremial Adjunto de la AMM y
presidente de la filial Santojanni, Dr. Marcelo Struminger, señala: “La violencia se convierte en violencia institucional cuando las instituciones no hacen nada paracombatirla. Solo por dar un ejemplo, recientemente, ennuestro hospital, un grupo de médicas residentes, las más vulnerables porque son las que menos experiencia tienen, fueron atacadas. Son situaciones lamentables,que vulneran nuestros derechos como trabajadores”.
LA GUARDIA EN NÚMEROS
Consultas mensuales: 10.000 en promedio.
Consultas al año: 120.000 aproximadamente.
Internaciones mensuales: 400 (200 en guardia general y 200 en ginecología, pediatría y áreas de shock
room).
Médicos/as: 450 titulares + 50 médicos de planta, jefes y residentes, conforman un plantel de 500 en total.